Casa Natal del historiador y poeta Regino Eladio Boti

En la calle Bernabé Varona, entre  Pedro A Pérez y Martí (Vizcay entre Concha y Majón antes de 1898), el transeúnte tropieza a diario con la fachada de la casa natal de Regino E. Boti Barreiro, el más grande intelectual guantanamero de todas las épocas.

El inmueble declarado Monumento Local en 1978,  en ocasión del centenario del poeta, fue construido en la segunda mitad del siglo XIX por su abuelo, el inmigrante catalán Gaudencio Boti, uno de los fundadores de la Villa del Guaso.

Es un modelo de vivienda extendido en las pequeñas ciudades del interior del país, de una sola planta, con un pequeño portal sostenido por postes de madera (hoy urgido de atención) con patio y traspatio, como se reseña en el libro Casas de la Vieja Cuba, de la licenciada Lilian Llanes, texto enriquecido con fotografías de Jean-Luc de Laguanigue, que reproducen el interior de la magnífica obra arquitectónica tocada con mobiliario de la época y decoración propia de las tradicionales familias cubanas.

El hogar del poeta era de la misma índole,  tradicional, en cuya mesa, durante la comida y el almuerzo, estaba prohibido hablar de política u otros temas ajenos a la familia, según confesó al periodista poco antes de su deceso Florentina Regis Boti León, hija del bardo guantanamero.

Llanes, en su prontuario arquitectónico, recalca que el diseño de los pisos, en forma de tablero de ajedrez, tan frecuente en las grandes mansiones señoriales, también se utilizó en viviendas como ésta, y en otras pequeñas ciudades del interior del país.

Cita la cama de hierro forjada con aplicaciones decorativas que comúnmente era importada por las familias trinitarias en el siglo XIX, las mamparas del siglo posterior, “puertas a la vez funcionales y decorativas (que) se convirtieron en los elementos indispensables en las edificaciones de la época”.

Una rara y tal vez intencionada omisión trasluce Casas de la Vieja Cuba: la biblioteca, elemento común en las edificaciones de una clase social que no pecaba de falta de instrucción, y que en el caso de la vivienda que nos ocupa, llegó a atesorar uno de los más copiosos archivos personales del país.

Entre los valiosos documentos contenidos en el sitio natal del autor de Arabescos Mentales, figuran unos 60 mil libros –muchos autografiados-, más de tres mil manuscritos de poemas inéditos y cerca de 20 mil cartas, entre ellas las cruzadas por Boti con Nicolás Guillén, Juan Marinello y su alter ego y amigo, el poeta santiaguero José Manuel Poveda.

Se suman a esa valiosa papelería  más de 700 acuarelas, millares de anotaciones y bocetos de pintura, documentos históricos, una monografía sobre Guantánamo y un ensayo sobre Julián del Casal (ambos inéditos),y  nutrida colección de periódicos y revistas literarias, que no constituyeron lujo ni esnobismo, pues la mayoría refleja la huella –dobleces en páginas o apuntes- del calor con que prohijó ese acervo, aquel cuya poesía, según Roberto Fernández Retamar, fue una de las pocas felicidades de la falsa República.

Creado a la vera de la vetusta casona, se yergue el Centro de Arte y Literatura Regino Eladio Boti Barreiro, adonde ha ido a parar, para ser consultado y conservado, parte de ese caudal  literario y de las artes plásticas, del  cual se enorgullecen los habitantes de la región cubana más oriental. (Tomado de ACN)

Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa

La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa es una reliquia histórico-cultural de la ciudad por lo que fue declarada Monumento Nacional en 1978. Hereda el patrimonio eclesiástico de los primeros templos levantados en este mismo sitio desde los albores del siglo XVI, cuando se fundó la villa.

 A través de los años sufrió innumerables transformaciones en su estructura y composición debido a fenómenos naturales, y al ataque de corsarios y piratas en los siglos XVII y XVIII, entre los que se destaca el del 1ro de enero de 1652, cuando la parroquia existente fue convertida en cuartel general y arruinada en su totalidad. La parroquia adopta su conformación planimétrica actual a finales del siglo XVIII, con un esquema de nave central y dos naves laterales.

La construcción del pórtico actual se inició en 1886, luego de varios años de deterioro y se culminó en 1905. La expresión neoclásica destaca su monumentalidad, de simetría perfecta, con dos torres campanarios de bases cuadradas y grandes vanos con carpintería de cuarterones, su redundancia estructural, sus pilastras adosadas de sección cuadrada y los arcos de mediopunto.

En el interior de la parroquia se conserva la Santa Cruz de la Parra, uno de los testimonios más antiguos de la llegada de los conquistadores españoles a nuestra tierra. Esta iglesia constituye un hito, tanto en el perfil urbano como arquitectónico de la ciudad. (Tomado de Guía Patrimonial)

Catedral Santa Catalina de Ricci y el parque José Martí

La primera iglesia católica de la ciudad se yergue en los terrenos donados para ese fin por Don Pedro Manuel Pérez y Lorenzo Jay en 1833, debido a las peticiones que hacían los pobladores de la entonces villa de El Saltadero para tener su templo.

La construcción del primer templo (génesis del actual) se inició en 1837 y se terminó cinco años después, pero la corta durabilidad de los materiales constructivos utilizados obligó a que en 1863 se iniciara otro edificio en el propio sitio, pero esta vez con materiales fuertes y duraderos.

La obra concluyó en 1864 con similar apariencia a la que hoy posee la catedral. Esta obra posee una planta rectangular compuesta por tres naves, definida por gruesos muros perimetrales que sirven de cierre al exterior y asiento al techo.

 La edificación asimiló claramente los patrones neoclásicos del siglo XIX, manifestado, entre muchos, por la simetría, limpieza y austeridad de sus portadas.

En el centro de la edificación y justo encima de la antesala de la nave principal se alza la torre campanario de tres niveles. Los tres accesos principales al templo se ubican en la fachada principal o norte, rematadas por arcos de mediopunto, junto a una platabanda lisa o enmarque que los bordea hasta finalizar, uniéndose con el friso del zócalo.

Es también el acceso central, de los tres, el de mayores proporciones, flanqueado por un relieve que imita las pilastras estriadas adosadas a cada lado del vano, en la pared y con una cornisilla en su porción superior. Todo esto con la intención manifiesta de jerarquizarlo.

Junto a la iglesia primitiva, en el terreno restante del área se desarrollaron esporádicamente actividades militares de la corona española, hasta quedar convertida desde fines del siglo XIX en la Plaza de armas de la villa.

Desde los inicios de la República la alcaldía guantanamera transformó este espacio en un parque público y lo nombró José Martí. En 1902 se sembró una ceiba y se colocaron tarjas conmemorativas.

En 1928 se instaló la estatua en mármol blanco del Mayor General Pedro A. Pérez y se inició la pavimentación del espacio, junto a la incorporación de variados elementos urbanos y arquitectónicos como café, glorieta para músicos, bancos, etc.

En el centenario del natalicio de José Martí, este parque, devenido en principal espacio público citadino, fue objeto de raigales transformaciones realizadas. Entre los años de 1959 a 1960 la iglesia experimentó su mayor intervención a cargo del arquitecto Joaquín Sebares Acebal, con la asesoría histórica del Dr. Francisco Prats Puig, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Oriente.

Se eliminó el primitivo techo de armadura de madera por uno de hormigón armado que imitó perfectamente las pendientes del anterior y sobre el que se colocaron las tejas criollas.

En el interior se le adicionó un espléndido techo de pares y nudillos, que imitaba los antiguos techos coloniales del siglo XVIII. De igual forma fueron trabajadas las puertas, ventanas, vitrales y el uso de balaustres de madera preciosa.

Estas acciones tenían como finalidad realizar una profunda restauración estilística, como las iglesias del siglo XVIII, que hubiera sido perfecta de no ser por el altar realizado con líneas modernas, propio de las ideas que recién salían del Concilio Vaticano II.

El espacio urbano en conjunto constituye un pulmón en el corazón de la ciudad. Sobresalen junto a la iglesia las variedades de árboles de siembra que engalanan el sitio, y las construcciones conmemorativas como merecido tributo a los próceres; esto, unido al quehacer cultural y social de que es parte indisoluble el parque José Martí, hoy declarado Monumento Local, convierten a este sitio en el corazón de la ciudad. (Tomado de Guía Patrimonial)

Mausoleo La Confianza

El mausoleo La Confianza es el lugar donde descansan los restos del Mayor General Pedro A. Pérez y se firmó el Acta del Alzamiento de Guantánamo, el 24 de febrero de 1895.

Este sitio se encuentra ubicado en el kilómetro 3 y medio de la carretera Guantánamo-Caimanera, enclavado en terrenos de la antigua finca del mismo nombre.

Una galería expositora con fotos y textos que relatan el acontecimiento conduce a los visitantes al área principal donde se yergue el monumento funerario a Pedro A. Pérez y su esposa, y la circundan los túmulos funerarios del resto de los mambises.

El sitio está contextualizado por un parque solemne de carácter histórico donde flamea el alma redentora de los héroes. El 24 de Febrero Pedro A. Pérez -reunido con su yerno Francisco Pérez, con otros familiares y con Francisco Castillo, en su casa de Matabajo - juró hacerle la guerra a España y salir desde ese instante a la contienda.

Simultáneamente, pero en La Confianza, Emilio Giró comenzaba a levantar un acta que contenía testimonios de la declaración y comienzo de la guerra. Juraron luchar hasta morir si era necesario en defensa de la independencia de Cuba.

El acta quedó firmada por la tarde y la suscribieron 28 personas: Pedro A. Pérez más 11 personas del campo y 16 de la villa. El propio 24 de Febrero comenzaron las operaciones.

El más tarde Coronel Tudela, al frente de un reducido grupo, asaltó y tomó el fuerte de Hatibonico, cercano a Caimanera. Fue esta la primera acción de la guerra necesaria preparada por José Martí y que tendría en Guantánamo uno de sus principales escenarios en los inicios de la gesta, con Pedro A. Pérez al frente como hombre indicado para dirigir el levantamiento, pues se conocía de su acción heroica al evadirse de la fortaleza de El Morro, en Santiago de Cuba.

Este mismo día 24, Enrique Brooks y Pedro Ramos se pronunciaron en Santa Cecilia levantando gente y ocupando armas. En San Andrés del Vínculo dirigen el levantamiento Evaristo Lugo y Prudencio Martínez.

El 25 de Febrero los sublevados en La Confianza guiados por Pedro A. Pérez asaltaron y tomaron el Fuerte de Sabana de Cuba. Numerosas acciones en los días siguientes dieron fe del desarrollo y fortaleza del levantamiento insurreccional en Guantánamo. (Tomado de Guía Patrimonial)

Centro Histórico de Baracoa, Monumento Nacional

Es el espacio urbano más significativo de la ciudad por sus valores históricos, arquitectónicos y ambientales. Presenta gran valor porque fue la primera villa fundada en Cuba por los colonizadores, por lo que fue declarada Monumento Nacional en el año 1978.

Mantiene su trazado urbano original y es la única villa que no cambió su enclave fundacional. Su fondo monumental urbanístico-arquitectónico, aunque deteriorado, es valioso en términos culturales como de uso y mantiene en buen estado constructivo el conjunto de fortificaciones militares.

Por su cercanía y por ser centro de áreas con grandes potencialidades naturales y de gran variabilidad territorial: montañas, playas, ríos y cuevas; Baracoa es poseedora de una imagen urbana coherente y valiosa que la distingue visualmente por el color rojizo de sus tejas, y por el diálogo con el azul del mar y el verde de las montañas.

Es marco físico de un ambiente cultural con costumbres y tradiciones ricas y variadas, de singulares características. Sus espacios públicos son los únicos en Cuba que poseen forma triangular, lo que la dota de una particularidad significativa.  

Sus principales arterias son las calles Martí y Maceo, esta última de mayor animación e intercambio cultural. El centro histórico ocupa un área de 24,8 Hectáreas que comprenden 22 manzanas y 23 medias manzanas, con una población de 2 204 habitantes y una densidad promedio de 3,9 habitantes por vivienda.

El centro histórico sirvió para que figuras como el Padre de la Patria (Carlos Manuel de Céspedes) se instalara durante su destierro, y Fermín Valdés Domínguez oficiara como médico de los pobres, para que Sindo Garay compusiera su Baracoesa, y para que Alejo Carpentier novelara con La Rusa y con el entorno maravilloso de su paisaje, insertado magistralmente en su libro La consagración de la primavera.  (Tomado de Guía Patrimonial)

La Playita de Cajobabo

Ubicado en la costa sur de la provincia Guantánamo, con costa al Mar Caribe y a 3 Km. al este del poblado de Cajobabo. El monumento se encuentra adosado a un enorme paredón de roca que limita el área de la pequeña playa.

El 11 de Abril de 1895 en este sitio se produjo el desembarco de José Martí, Máximo Gómez, Francisco Borrero, Ángel Guerra, César Salas y Marcos del Rosario.

En la cercanía vivía el señor Leyva (alcalde de barrio) junto con sus familiares, entre ellos su hijo Salustiano, quien fue el último guantanamero testigo presencial del arribo de Martí, Gómez y demás expedicionarios, quienes después de recuperados de la travesía marítima, tomaron prácticos y emprendieron la marcha para tratar de hacer contactos con los insurrectos amigos de la causa revolucionaria.

Con este hecho se escribe una importante página de la historia de la provincia guantanamera y del país, en la que se ponen de manifiesto la valentía y el decoro de los cubanos, representados en la intransigencia de Martí y Gómez.

Martí, delegado del Partido Revolucionario Cubano, había estudiado las causas que incidieron de forma negativa en el desarrollo de la guerra de los Diez años, así como sus logros y esta vez venían a Cuba para acabar con la dominación española.

A través del Diario de Martí, se observa la secuencia e impresión en Martí a su llegada a este lugar. “11 de abril Arribamos a una playa de piedras, la Playita (al pie de Cajobabo); me quedo en el bote el último vaciándolo, dicha grande. Viramos el bote y el garrafón de agua, bebemos málaga, arriba por piedras espinas y cenegal. Oímos ruidos y preparamos, cerca de una talanquera. Ladeando un sitio, llegamos a una casa. Dormimos cerca por el suelo.(4) (Tomado de Guía Patrimonial)

El Vínculo,  Monumento Nacional

Sitio histórico declarado Monumento Nacional, es el lugar donde muere Niceto Pérez García, el líder del campesinado cubano, en honor a ese valioso hombre lleva su nombre el municipio donde está ubicado.

El monumento El Vínculo se encuentra ubicado aproximadamente a 5 Km. del poblado El Silencio, en las faldas del Alto de María Luisa. El obelisco se divisa desde varios ángulos del territorio. Su altura es de aproximadamente 2 m y está construido en hormigón.

La finca El Vínculo sirvió de escenario a las luchas de los campesinos por sus tierras. Es en el Realengo 3 de El Vínculo donde 128 familias campesinas llevaban más de 20 años amenazadas con el desalojo de las tierras en que vivían y trabajaban como precaristas. Los campesinos de este lugar se organizaron en defensa de sus intereses.

El 24 de abril de 1944 la Federación campesina de Oriente denunció la situación de más de 20 años al Ministerio de la Agricultura, por los intentos de deslinde de la Compañía Agrícola e Industrial Maca S.A. establecida en La Maya. Ante la actitud criminal del administrador de la Compañía Lino Mancebo, los campesinos resisten y defienden lo que les pertenece a través de la asociación en la que sobresalía Niceto Pérez García.

Denuncia
El 26 de abril Niceto Pérez presenta una denuncia en el cuartel de Limonar en la que hacía constar las amenazas de muerte que le profirieron a Lino Mancebo y sus hombres; pero la guardia rural no actuó a favor del líder agrario.

El 17 de mayo de 1946 Niceto Pérez se opone a las armas de la guardia rural delante de sus hijos y esposa, y fue vilmente asesinado, crimen que estremeció de cólera a los campesinos del lugar.

Su cadáver fue llevado a Guantánamo, donde se realizó un acto de rebeldía y un mitin público en el céntrico parque José Martí. Niceto Pérez se convirtió en bandera de lucha para el campesinado cubano y el 17 de mayo, día de su muerte, se conmemora nacionalmente el Día del Campesino. (Tomado de EcuRed)

Obelisco a los mártires del 4 de Agosto de 1957

A finales de 1955 e inicios de 1956, se creó una fábrica de bombas en el sótano de la casa de los esposos Enrique Rodríguez y Berta Cuza, en la calle Aguilera entre Santa Rita y San Gregorio, donde trabajaban Gustavo Fraga, Fabio Rosell, Juan Escardó y el propio Enrique.

Los primeros días del mes agosto marcaron un hito en el pueblo guantanamero: las noches eran de los revolucionarios, los grupos de acción y la sección obrera circulaban libremente, y orientaban continuar la huelga.

La casa convertida en fábrica de explosivos realizaba un trabajo fabril intenso pues tendrían que garantizar la acción que se ejecutaría el 4 de agosto, en la cual ellos constituían el arsenal principal.

Pasado el medio día de esa fecha una fuerte explosión estremeció la mitad de la ciudad. En los primeros momentos los grupos acuartelados pensaron que se trata de un sabotaje en gran escala, pero pronto se conoció la verdad: había estallado la instalación.

Los miembros de la sección obrera del movimiento, Gustavo Fraga, Fabio Rosell y Enrique Rodríguez murieron en el interior de la fábrica; Abelardo Cuza y Jesús Martín, quienes acudieron a ayudar a los combatientes revolucionarios, fueron golpeados por el ejército de la tiranía y posteriormente asesinados, y sus cadáveres fueron colocados junto a los luchadores clandestinos.

Pero los reveses no pusieron punto final ya que la lucha continuó y la huelga se extendió hasta el 9 de abril; de esta forma el movimiento revolucionario y el pueblo daban prueba de la pujanza de sus acciones.

El 30 de Julio de 1959 es una fecha que recuerda a todos los mártires de la revolución en honor a Frank País, pero en Guantánamo, se escogió el 4 de Agosto de 1957 para rendir tributo a los caídos en este territorio. De esta forma se simboliza el Día de los mártires locales y el pueblo desfila en homenaje a los caídos para rendirles tributo.  (Tomado de Guía Patrimonial)