Así, con la ansiedad acompañándola, contaba Yadelkis Lora, joven madre de la niña Anaya Paola, mientras esperaba por el ómnibus que las conducirá a la ciudad de Guantánamo, donde se ingresan los pacientes de Baracoa contagiados o sospechosos de portar el Sars-Cov-2. Es así desde que, por el elevado número de enfermos, colapsaron las capacidades de internamiento sanitario en la Primada de Cuba.
Contrario a lo sucedido en jornadas anteriores, Yadelkis en su caso “no hubo demoras desde la realización del Test de antígeno, y la decisión de remitirla para el círculo infantil “Bebe”, ubicado en el reparto Caribe de la ciudad de Guantánamo, acondicionado para prestar los correspondientes servicios sanitarios a aquejados por el nuevo coronavirus.
Duro, muy duro golpea la COVID-19-19 a Baracoa, bella Villa que la terrible pandemia no dejó que vistiera sus mejores galas para conmemorar los 510 años de fundada por el Adelantado Diego Velázquez, en aquel lejano 15 de agosto de 1511.
Desde el 2020 en que apareciera el primer caso se reportan en el territorio 7 mil 626 casos de coronavirus, y la lamentable muerte de unas 60 personas. Momentos duros vivió desde entonces, pero nunca como en la segunda quincena de agosto y primera de septiembre con incremento de casos positivos del virus superiores a los 200 cada día.
Entre ellas destacan la designación de cuadros y funcionarios del Partido, el Gobierno, y las organizaciones de masas, para apoyar el control y enfrentamiento a la enfermedad en cada área de salud y Consejo Popular.
En Baracoa, brigadas combinadas de la Construcción y la Salud habilitaron una nueva sala de cuidados intensivos en el hospital Octavio de la Concepción y de la Pedraja, de la localidad, que aumenta la capacidad de atención a pacientes graves y totalizan 13 los centros de aislamiento.
Por la realidad pandémica instituciones como el centro universitario municipal, se convirtieron en cuerpos de guardia para la atención a personas con síntomas de infecciones respiratorias agudas, para así descongestionar esas consultas en instalaciones médicas como el policlínico comunitario del Turey, donde disminuyen las colas en busca de un test rápido para confirmar o descartar la positividad al Sars-Cov-2.
Los cuerpos de guardia para atender COVID-19-19 disponen de personal médico y de laboratorio y son apoyados por estudiantes de Medicina, quienes renunciaron a sus vacaciones y se mantienen en el combate contra la pandemia.
En el municipio baracoano se reforzó la transportación con taxis para el traslado de las muestras de PCR, y los equipos médicos de respuesta rápida; tres jeeps particulares apoyan el servicio del Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM), en tanto dos camiones privados garantizan el traslado de los trabajadores de salud entre los poblados de Yumurí y El Turey, Cayo Güín y el Hospital.
El precepto solidario “Baracoa por la vida”, moviliza a miembros de la Brigada Henry Reeve, quienes trabajan y transmiten experiencias en la Ciudad Primada, tanto en la zona roja del hospital como en las áreas de salud, en incansable batallar por reducir la morbilidad a partir del cumplimiento de los protocolos sanitarios como el aislamiento e ingreso de sospechosos y contagiados.
Precisamente el aislamiento oportuno de las personas con sintomatologías COVID-19 es, hasta ahora, el talón de Aquiles, para el control de la pandemia en Baracoa, pues aún son muchas los individuos que tras ser confirmados positivos con el test de antígeno, vuelven a sus hogares a esperar ingreso.
“Si las personas contagiadas o sospechosas continúan sin internarse será muy difícil cortar la transmisión”, subraya el doctor Pablo Feal Cañizares, director de la Unidad de promoción de salud y prevención de enfermedades del Ministerio de Salud Pública.
El especialista quien apoya desde Baracoa el enfrentamiento al coronavirus es concluyente: “dejar personas en casas, sin aislamiento, frena el empeño por disminuir el número de casos, y es razón para que se mantenga una tasa de incidencia superior a 4 mil 425 por cada cien mil habitantes en los últimos 15 días y de que existan alrededor de siete contactos por cada contagiado como promedio”.
El titular del sector insistió en lo primordial que resulta imponer mayor calidad a las pesquisas médicas elevar la detección y el traslado oportuno de contagiados y sospechosos, tarea pendiente en Baracoa.
Aunque se aprecian avances en el cumplimiento de las medidas para la restricción de movimientos, y pasadas las dos de la tarde es imperceptible el tránsito de personas por las calles de la bella ciudad, en el horario de la mañana persisten las colas y aglomeraciones en diferentes instituciones de servicios.
Tema pendiente también es la celeridad y calidad en la clasificación de los pacientes en las categorías de alto, mediano o bajo riesgo y su traslado hacia la institución correspondiente.
La vacunación con Abdala es una realidad en Baracoa, y aunque en un primer momento hubo atrasos para llegarle al universo previsto esas fallas organizativas van quedando atrás.
La inmunización con Abdala transita por la segunda dosis y los citadinos la acogen con optimista, como mostraba, por ejemplo Clara Utría, una baracoense de 81 años de edad, quien al recibir el fármaco en la Casa del Cacao, devenida vacunatorio, agradecía a la joven Cilene Chávez, estudiante de cuarto año de medicina sus atenciones durante todo el proceso.
De forma tan clara, como su propio nombre, la anciana pide “agradecer a todas las personas que hacen posible la vacuna en Baracoa, para ganarle la pelea a la COVID-19 y que la ciudad vuelva a tener en las calles la alegría de su gente”.