Los recursos, apoyo gubernamental y acciones que se requieren para culminar las obras del programa hidráulico que se ejecutan en Guantánamo, y la incorporación de nuevas inversiones que posibilitarán palear los efectos de la cruda sequía que azota al territorio, disminuir los ciclos de abasto de agua a la población y eliminar el tiro con pipas a varias comunidades rurales, se definieron en la recién efectuada visita del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) a la provincia.
En el encuentro conclusivo del recorrido, presidido por Antonio Rodríguez Rodríguez, titular del INRH, y que contó con la presencia las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en Guantánamo, se conoció que de forma progresiva en todos los municipios guantanameros se ejecutarán proyectos que permitirán llegar con el agua a asentamientos que hoy carecen de la misma o se le suministra de forma inestable.
Para lo que resta del año son prioridades para Guantánamo terminar de ejecutar la conductora Jaibo-Bano, obra emergente de 9,5 kilómetros que inyectará unos 300 litros por segundo del preciado líquido a cerca del 65 por ciento de la población de la cabecera provincial, el abasto de agua a los Consejos Populares de Manuel Tames y Honduras y culminar las redes de distribución en el reparto San Justo.
Tanto de las inversiones previstas como de las nuevas a realizar, definidas en el recorrido del Instituto, su Presidente Antonio Rodríguez señaló que “todas las obras hidráulicas tienen que estar avaladas técnicamente, y conocerse el impacto que tendrán en la población, a que número de planteamientos históricos se le da solución, cuántas personas se beneficiarán, cuántos viajes de pipas se dejarán de dar y cuánto combustible se ahorrará.
El máximo directivo de recursos hidráulicos del país destacó además que en cada obra debe primar la calidad de lo ejecutado y también resaltó el esfuerzo de los trabajadores del sector en Guantánamo.