¿Cómo frenar las migraciones internas y el éxodo desde las serranías guantanameras y cómo hacer sustentables las montañas en lo productivo y lo social?, son preguntas de problemáticas actuales que conducen a una sola respuesta: la necesidad de revitalizar de forma integral nuestro lomerío y dignificar al poblador montañés.
Así se evidenció en el recién balance provincial del Plan Turquino, programa socioeconómico creado en Guantánamo por Fidel, Raúl y Vilma Espín, y que demanda el rescate de su concepto fundacional dirigido a elevar la calidad de vida del poblador serrano, los niveles de producción de alimentos y el desarrollo de las montañas.
Para Guantánamo, el territorio el más oriental y montañoso de Cuba, es un imperativo prestar la mayor atención a todos los programas y procesos que se materializan en el lomerío, con el objetivo de propulsar su desarrollo de forma sostenible e integral.
En el balance fueron críticamente abordadas problemáticas que por años persisten en el Turquino guantanamero, y que directamente inciden en el constante éxodo de sus habitantes hacia las cabeceras municipales u otras provincias.
Baste señalar que se incumplen importantes producciones agrícolas de las montañas, como el café, el cacao, la miel de abeja, el coco, las carnes, frutales, los vegetales y la actividad agroforestal.
Persiste el deterioro de los viales serranos, insuficiencias en la calidad en los servicios que se prestan a la población, pérdidas de producciones agropecuarias, fallas en la entrega de insumos a los productores y deficiencias en la llegada a las zonas de montañas de cemento y elementos de construcción para impulsar el programa de construcción de viviendas y la erradicación de pisos de tierra.
Urge en el Plan Turquino concretar la crianza de aves y de cerdo criollo, el aumento de áreas de frutales, y otras especies forestales, una adecuada utilización de biofertilizantes y de medidas para la conservación de los suelos y el empleo de la ciencia, la técnica e innovación para lograr mayores volúmenes de alimentos.
Prestar atención a la recuperación cafetalera, y de otros renglones claves para la economía de Guantánamo como el coco, el cacao, carbón y la miel de abeja, y aprovechar con el procesamiento en minindustrias todas las potencialidades existentes que permitan alcanzar una verdadera sustentabilidad alimentaria en las montañas.
En el Balance del Plan Turquino fueron debatidos además temas neurálgicos como la atención directa a las comunidades serranas identificadas como priorizadas, el enfrentamiento a la ocurrencia de hechos delictivos, potenciar los servicios de salud, cultura y educación, la gastronomía con productos locales y la transportación de pasajeros.