Este 7 de abril se cumplien 81 años de que en igual fecha, pero de 1930 naciera en la calle San Jerónimo de la heroica ciudad de Santiago de Cuba la inolvidable combatiente Vilma Espín Guillois, nuestra querida por siempre Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas.
Para los guantanameros y las guantanameras el recuerdo de Vilma cobra una significación especial, pues por esta tierra ella, en varias ocasiones, expresó sentir un cariño especial.
Fue en diciembre de 1955, acompañando a su jefe y amigo Frank País García, para una reunión nacional del movimiento 26 de julio, cuando con el seudónimo clandestino de Deborah, visita por vez primera Guantánamo, luego, en la misma jornada viajan al poblado de Caimanera, para organizar las acciones del movimiento revolucionario en la zona.
Luego se sucederían las visitas y los contactos con los revolucionarios guantanameros. Tras la muerte de Frank, el 30 de julio de 1957, Vilma en su condición de coordinadora del movimiento 26 de julio en Oriente, indica a Demetrio Monseny “Villa”, acciones de sabotajes y una huelga general que sacude a la ciudad y poblados aledaños.
Perseguida por los esbirros de la tiranía, en junio de 1958 se incorpora a las tropas del II Frente Oriental Frank País García, al mando del entonces Comandante Raúl Castro Ruz. Las lomas del Alto Oriente y sus habitantes serían testigos del accionar de la legendaria luchadora.
Podría afirmarse que las estrelladas noches en las serranías guantanameras de El Aguacate Monte Ruz y La Escondida sirvieron de espacio propicio para que surgiera el amor que la unió para siempre a Raúl Castro, entonces Comandante del II Frente guerrillero.
Es en el batey del antiguo central Ermita, hoy Consejo popular Costa Rica, donde juntos Raúl y Vilma reciben el luminoso enero de 1959 y conoce la huía del tirano Fulgencio Batista, estrechándolos la noticia en un sentido abrazo.
Durante casi cuatro décadas y media de Revolución triunfante son numerosas las visitas de Vilma a Guantánamo en su condición de Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas.
Aquí, compartió con miles de federadas, fue artífice, Junto al General de Ejército Raúl Castro, del programa del Plan Turquino, y estuvo presente en la inauguración del Centro Científico de la Montaña (CDM), así como de instituciones socioeconómicas en nuevas comunidades serranas.
De gran significación fue la constitución de las Tanias, brigada milenaria de recolectoras de café, así como la especial atención personal que brindó a las muchachas soldados de la Brigada de la Frontera, Orden Antonio Maceo.
La historia de los últimos 65 años de Guantánamo no podría escribirse sin mencionar la imperecedera huella dejada por nuestra presidenta de la federación de Mujeres cubanas, y el recuerdo de Vilma Espín Guillois, perdurará por siempre entre los guantanameros.